Las encías retraídas es cuando las encías estás más altas en los dientes superiores y más bajas en los dientes inferiores. Se visualiza dientes estéticamente más largos que, a veces, pueden tener sensibilidad al frío y al calor, inflamación y molestias o dolor durante el cepillado y la masticación.
Las recesiones gingivales no se producen por una sola causa, suelen ser varios factores implicados como, por ejemplo: un cepillado inadecuado demasiado fuerte o demasiado suave, utilizar un cepillo inadecuado con cerdas duras y no anatómico, dientes con unos grosores finos de encía y de hueso, posiciones hacia afuera de la raíz del diente en la arcada dentaría, frenillos o una higiene inadecuada con inflamación.
El tratamiento para encías retraídas depende de cada paciente, pero en primer lugar se busca eliminar la causa o causas de la recisión gingival y cubrirla, cuando es una zona estética o detenerla, si no es una zona que se vea.
En este caso, el periodoncista realizará un injerto de encía del paladar (tejido conectivo), o bien recurre a matrices dérmicas acelulares regenerativas o matrices de colágeno.
Estás dos últimas técnicas evitan tener que hacer una toma del injerto de encía del paladar cuando éste es insuficiente y las posibles molestias postoperatorias que puede haber en la zona del paladar en la que se tomó el injerto.
No obstante, el periodoncista es el profesional que determinará cuando llevar a cabo una u otra técnica quirúrgica, en función de si las recesiones están en un solo diente, afectan a varios, se sitúan en el maxilar superior, en una zona de compromiso estético, en el maxilar inferior o según el grosor del paladar que tenga.
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