Una de las secuelas del COVID-19 fue la sensación de inseguridad a nivel mundial. La incertidumbre formó para de nuestras vidas y el miedo al contagio pasó a ser una de las principales preocupaciones a nivel global.
El miedo causó que millones de personas dejaran de realizar actividades fuera de casa por el riesgo a la salud. Una de estas actividades fue la visita al odontólogo.
La cercanía que tiene el odontólogo con el paciente, así como los instrumentos que utiliza para realizar distintos procedimientos, hace pensar que las clínicas dentales tienen alto riesgo de contagio comparadas con otras especialidades. Sin embargo, todo ese pensamiento es falso.
Históricamente y especialmente con la aparición del VIH y como protección ante cualquier virus como la hepatitis o el sarampión, los profesionales de la salud oral, llevan décadas siendo minuciosamente cuidadosos con las medidas de asepsia.
En las clínicas dentales el instrumental es esterilizado y empaquetado, se utiliza mascarilla y guantes para cualquier tratamiento de rutina y se prepara un campo estéril para los procedimientos quirúrgicos, lo que reduce el riesgo de propagación de cualquier virus.
Según datos compartidos por el Consejo General de Dentistas Alemanes basados en la información de Wuhan, durante los meses de diciembre del 2019 y enero del 2020 , antes de saber que el COVID-19 estaba presente, se trataron a 120.000 pacientes dentales con las medidas que se utilizaban normalmente: mascarilla, guantes, instrumental estéril. De los 1098 profesionales que se encontraban activos, tan solo se contagiaron 9 de ellos: 3 se contagiaron en sus casas y 6 en sus puestos de trabajo.
Estos datos son importantes porque se puede visualizar un bajo porcentaje de contagios en el área dental utilizando las medidas de protección que se usan desde hace décadas.
La clínica iSmile siempre ha estado sujeta a regulaciones estrictas de higiene, lo que ayuda a un altísimo nivel de protección, independientemente de la situación en la que nos encontremos.
Es verdad que a partir del COVID-19 las medidas de bioseguridad se reforzaron para evitar al máximo la propagación del virus, sin embargo, los procedimientos dentales son seguros desde hace años y lo seguirán siendo.
Acude a tus citas odontológicas con tranquilidad, el mayor peligro es no hacerlo y poner en riesgo tu salud, al dejar que las patologías avancen.
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