Las caries interdentales son aquellas que se encuentran en la zona entre los dientes y suelen afectar a dos piezas dentales adyacentes a la vez. Esto se debe a que esta zona que está entre los dientes es más propensa a la acumulación de placa dental y su limpieza es más compleja que otras partes del diente, sobre todo en las personas que presentan un gran apiñamiento dental o que lleven aparatos de ortodoncia fija que dificulta la higiene dental.
Estas caries llegan antes a la zona pulpar debido a que, en las zonas interproximales, el esmalte dental se va haciendo más fino a medida que se acerca a la raíz del diente, por lo que las caries que se inician en la parte media y baja del diente progresan de forma más rápida al tener menos superficie de esmalte que atravesar.
Los síntomas de este tipo de caries, son los mismos que los de cualquier otra caries. Como: sensibilidad dental al frío, al calor o a los dulces y a medida que avance hacia la pulpa dental, el dolor se va volviendo más intenso e incluso puede infectar y necrosar el nervio del diente.
Para realizar un buen diagnóstico de este tipo de caries es necesario hacer radiografías donde podamos ver perfectamente el punto de contacto de las piezas afectadas, ya que no se puede ver a simple vista exceptuando cuando se tiene una gran afectación de la estructura dental.
Para evitar la aparición de estas caries se debe empezar por la prevención, realizando una buena técnica de higiene en los espacios interproximales mediante el uso de hilo dental y cepillos interproximales, colutorios con flúor, insistiendo en los casos de apiñamiento dental, portadores de prótesis y ortodoncia fija que pueda favorecer la retención de comida entre los dientes.
Una vez detectada la caries interdental es necesario tratarla cuanto antes porque la superficie afectada es mucho más final y la posibilidad de sufrir una infección en el nervio es mayor. A la hora de reconstruir las paredes interproximales por caries hay que tener en cuenta si la misma afecta a uno o dos dientes adyacentes, algo que es muy habitual, porque los restos de comida retenidos entre las dos piezas dentales acaban produciendo caries entre estas.
Si la lesión es muy pequeña se puede intentar un tratamiento de Re mineralización con flúor. Si la caries está avanzada se debe proceder a eliminarla y reconstruir las piezas dentales con resina.
Si existen dos dientes afectados, lo ideal es reconstruir ambos en la misma sesión, porque de este modo, además de ser más cómodo para el paciente, se puede reconstruir de mejor manera el punto de contacto y evitar que se sigan impactando restos alimenticios y facilite de eso modo la higiene interdental, logrando que el hilo dental y los cepillos interproximales pasen con mayor facilidad.
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