La pericoronaritis es una patología muy común entre jóvenes y niños. Se trata de una infección vinculada a la erupción de los dientes, sobre todo en los terceros molares más conocidos como muelas del juicio, esta afección también se puede dar en la aparición de los primeros dientes.
Esta afección es favorecida por una higiene oral deficiente por lo que sí es posible prevenirla.
La pericoronaritis es un proceso inflamatorio e infeccioso de los tejidos blandos que rodean a un diente cuan está en su proceso de erupción. Lo más común es que aparezca alrededor de los terceros molares entre los 20 y 30 años de edad, cuando erupcionan. Sin embargo, también se puede observar pericoronaritis en niños cuando están erupcionando sus dientes temporales o definitivos.
Cuando los terceros molares erupcionan ejercen presión sobre la encía hasta perforarla y contactar con el diente antagonista, esto es lo que se conoce como erupción activa. Luego de esta perforación la encía se retrae y deja ver toda la corona del diente, a este proceso lo llamamos erupción pasiva. Esto se puede ver alterado en los terceros molares por diferentes razone, como, por ejemplo: Cuando no existe un espacio suficiente en la arcada para el tercer molar, cuando la muela del juicio sale inclinada y se impacta contra el diente adyacente (segundo molar), cuando la encía que está encima del molar es muy gruesa y se mordisquea con la muela superior o cuando es un lugar de difícil higiene.
Estos factores hacen que una vez que el tercer molar ha perforado la encía, las bacterias y los restos de comida penetren entre la muela y la encía, produciendo un proceso infeccioso e inflamación de las encías.
Los pacientes que tienen altos índices de placa bacteriana son más propensos en sufrir pericoronaritis. Este es un proceso inflamatorio doloroso e incómodo en donde se pueden encontrar los siguientes síntomas: dolor mandibular, inflamación y edema en la mejilla, hinchazón de la encía alrededor de los terceros molares, supuración y sangrado de la encía, mal aliento, mal sabor de boca, mal estar general, fiebre, adenopatía submandibular y trismus (limitación en la apertura bucal) y dificultad para la masticación.
La pericoronaritis puede durar mucho tiempo si no es tratada debidamente. La temperatura y la humedad de la boca facilitan la infección, que en algunos casos se puede complicar apareciendo pus y afectando los ganglios de la banda infectada o incluso provocar dolor en el oído.
Para evitar llegar a este punto es necesario visitar al odontólogo cuánto antes. Con la prescripción de antibióticos después de unos días, se reducirá la infección y se aliviará el dolor.
Una vez controlada la infección, recién se puede determinar la causa de la patología y su tratamiento, que habitualmente suele ser la extracción de los terceros molares.
El tratamiento de la pericoronaritis se desarrolla en 3 pasos:
Primero se valora la posición de la muela del juicio y el nivel de higiene oral del paciente. Normalmente se realiza una radiografía panorámica para evaluar el hueso, el nervio dentario inferior, caries o afectación de dientes adyacentes.
Luego se instruye al paciente en técnicas de higiene oral alrededor de los terceros molares. Se aplica anestesia y se limpia con ultrasonido y curetas la encía inflamada para eliminar los restos de comida y bacterias que se han introducido entre la encía y el diente. Si existiera un absceso, se drena para que salga el pus y así mejorar la sintomatología. Luego se limpia la zona con clorhexidina y se le prescribe al paciente antibiótico y antinflamatorio.
Por último, con el tratamiento descrito anteriormente la pericoronaritis se soluciona y el tercer molar erupciona sin complicaciones. En otras circunstancias, la pericoronaritis tiende a aparecer a los pocos meses porque la mal posición del molar impide una correcta higiene, en este caso se recomienda la extracción dental.
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