La protrusión superior es cuando los dientes incisivos encajan muy por delante de los dientes inferiores, normalmente los odontólogos lo llaman maloclusión de clase II o protrusión dental. Coloquialmente se conoce como “dientes de conejo” o “dientes salidos”.
Las personas que tienen protrusión dental no pueden cerrar correctamente la boca porque sus labios no consiguen cubrir los incisivos. Los incisivos quedan hacia fuera y se proyectan hacia abajo, desarrollando la sobremordida.
Las causas que pueden provocar la protrusión dental suelen estar asociadas a ciertos hábitos como: la posición inadecuada de la lengua que empuja los incisivos hacia afuera, chuparse el dedo ocasiona protrusión, el morderse las uñas puede provocar que se proyecten los incisivos, cuando el niño succiona su labio porque interpone el labio inferior por detrás de los incisivos superiores y por genética.
Debido a que los incisivos superiores tienen una inclinación excesiva, los pacientes con esta maloclusión pueden sufrir de: traumatismos dentales, problemas al masticar, enfermedad periodontal, inflamación gingival, caries, problemas respiratorios o alteración en la forma facial.
Esta patología se puede solucionar mediante un tratamiento de ortodoncia cuando aún no concluye el desarrollo del maxilar y mandibular. En los adultos, en ocasiones es necesario realizar una cirugía.
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