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Valeria Garzón

¿Qué son las coronas dentales?

Las coronas son prótesis dentales que cubren la totalidad del diente y se colocan sobre el mismo de manera fija mediante la técnica de cementado. El propósito de la corona es cubrir el diente para modificar el color o anomalías producidas por fracturas, desgaste, mal posición o rotación dental.


El primer paso es la toma de registros dentales del paciente para elaborar una corona provisional, la cual sirve para colocar en la boca del paciente durante la fase provisional.


Antes de tomar los registros para una corona dental definitiva, es necesario limar gran parte de la estructura dental para poder alojar el grosor del material del que se realizará la corona. Una vez preparada la superficie dental, se tomará los registros y el color. Sobre estos registros se trabajará la corona con el material seleccionado que mejor se ajuste a la rehabilitación.

Durante este procedimiento, el paciente tendrá una corona provisional que cumple con la estética y la función durante la fase provisional. Una vez realizadas las pruebas del correcto ajuste y color de la corona dental final, se cementará de forma definitiva, quedando totalmente fija y cumpliendo los parámetros funcionales estéticos.


Existen diferentes tipos de materiales con los que se elaboran las coronas dependiendo de la demanda estética y de su función:


Las coronas de zirconio son coronas realizadas con un material libre de metal. Se mantienen estables a lo largo del tiempo tanto de forma como de color.

Las coronas de porcelana están hechas de cerámica en su totalidad y están indicadas para aportar estética porque son capaces de mimetizarse totalmente al tono del resto de los dientes de la arcada.


Las coronas de metal porcelana están formadas por una base de metal recubierta de cerámica. Estas coronas tienen gran resistencia, pero su estética a largo plazo está comprometida, porque puede llegar a verse el metal a nivel de la zona de la encía con el paso de los años.


La durabilidad del tratamiento de las coronas dentales suele ser de varias décadas gracias a la estabilidad del material tanto en resistencia como en color. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la estabilidad a largo plazo está estrechamente relacionada en el cuidado por parte del paciente y el control por parte del profesional.

Lo más importante es mantener una buena higiene oral y acudir a las revisiones y mantenimientos odontológicos, para realizar un control sobre el tratamiento y sobre los dientes y la encía que lo soportan.


En el caso de que se detecten caries, se puede llegar a producir un debilitamiento de la estructura dental que soporta la prótesis, facilitando a la fractura del diente.


Es fundamental, el control y mantenimiento del tejido que rodea el diente, porque una enfermedad de encía no tratada y controlada puede terminar en movilidad o pérdida de la pieza sobre la que está cementada la prótesis.

Es importante y recomendable el uso de una férula dental nocturna para evitar sobrecargas dentales.

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