En los últimos años, ha aumentado el interés por conocer de mejor manera la vinculación entre el rendimiento deportivo y la salud periodontal, así como la relación entre la patogénica de las inflamaciones periodontales y los aspectos fisiopatológicos del ejercicio físico y sus alteraciones.
La Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) y la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED) han colaborado en la elaboración de un informe, titulado Salud Periodontal, Deporte y Calidad de vida que se presento en Madrid-España. Este documento pone en evidencia algunos aspectos de la salud periodontal de los deportistas.
El deporte es salud si se practica de manera responsable, forma parte de un estilo de vida y dentro de estos hábitos es fundamental la salud bucodental.
Se ha evidenciado que la gravedad de la enfermedad periodontal se relaciona directamente con la reducción de la fuerza muscular en flexiones de brazos, abdomen y carrera. Una periodontitis avanzada se asocia con la reducción de la capacidad cardiorrespiratoria.
Existe un estudio importante de Needleman y colaboradores del 2013, en el cual se valoró la salud bucodental de 278 deportistas durante los Juegos Olímpicos de Londres en donde se destacó lo siguiente: 55% de los deportistas presentaban caries, 45% presentaban erosión dental, el 76% presentaban gingivitis y el 15% presentaba periodontitis.
El 18% de estos deportistas afirmaban que estos problemas afectaban a su entrenamiento y su rendimiento deportivo.
Existe otro estudio importante en España con los futbolistas profesionales del FC Barcelona en donde se mostró que un mayor grado de afectación periodontal y peores niveles de higiene oral se correlacionaban con mayor frecuencia de lesiones musculares.
Entonces ¿Por qué es importante mantener una boca sana para tener un alto nivel de rendimiento deportivo?
En una boca enferma se produce una situación de infección crónica que puede llegar a originar problemas musculares, tendinitis y artritis, los cuales van a limitar el rendimiento del deportista al aportar dolor y limitación funcional. Una boca enferma también se asocia con mayor fatiga muscular y una recuperación más tardía de las lesiones musculares.
Una maloclusión puede producir un defecto en el equilibrio, la tensión mandibular se puede relacionar con dolores en el cuello y espalda y una mala masticación puede provocar la disminución del poder energético del deportista.
Si los deportistas serían sometidos a controles odontológicos periódicos se podría evitar y controlar de un modo sencillo y efectivo muchas de las lesiones que se producen por la práctica deportiva.
El aumento del daño oxidativo y la liberación de citoquinas inflamatorias afectan a la producción de energía por parte del músculo, a la resistencia, a la fuerza muscular y a la coordinación neuromuscular de la que depende la precisión en la práctica deportiva.
Existe una importante base biológica que determina esta vinculación entre salud periodontal y rendimiento deportivo. Una de las causas principales de un peor rendimiento deportivo en personas con mala salud oral se debe a la presencia de una inflamación sistémica, a la existencia de un dolor agudo o crónico y a un menor bienestar o calidad de vida debido a un problema bucodental.
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